martes, 9 de agosto de 2011

Santísima Virgen María



La Virgen María es madre de Dios, porque de ella nació Jesucristo que es verdadero Dios y verdadero hombre.

Inmaculado Corazón de María

La Santísima Virgen María, ha dicho en numerosas apariciones que al final su Inmaculado Corazón triunfará unido al Sagrado Corazón de Jesús. María es madre tierna y amable, bondadosa, intercesora, es considerada por muchos como aquella tabla de salvación que nos lleva a Jesús. De su Inmaculado Corazón brotan rayos de amor, de pureza y de virginidad, que derraman gracias sobre las almas que se acercan a ella en todo momento.

Gracias a ese amor nos presenta ante Jesús y ante el Padre.

Hermanos en la fe es hora de reactivar la Devoción al Inmaculado Corazón de María, nuestra madre, que siempre estará allí como estuvo en las bodas de Caná, siempre intercediendo por nosotros.

La Ascención de María al cielo

María no muere, ella duerme, palabras de algunos filósofos, desde los primeros siglos ha existido la veracidad de la dormición de nuestra Santa Madre para luego ser elevada al cielo y estar al lado de su amadísimo hijo Jesús por toda la eternidad, en cuerpo y alma.

La Santa Iglesia Católica celebra estas fiestas con mucha devoción, es un dogma bellísimo sobre el cual deberíamos estudiar y aprender mucho más.

Apariciones Marianas

En nuestra querida Venezuela, Dios nos bendijo con la aparición de la Santísima Virgen en su advocación de Coromoto, bendecida quedo la tierra del Indio Coromotano.

México, a través de Juan Diego se llena de gozo y alegría a contemplar la majestuosidad de la Guadalupe.

En Europa, destaca Nuestra Señora de Fátima y Lourdes, con sus mensajes y revelaciones cautivó al mundo.

María recientemente nos bendice a través de su advocación la Rosa Mística, sin duda alguna, nuestra Santísima Madre trabaja constantemente por la salvación de las almas y por la lucha entre el bien y el mal.

Su Inmaculado Corazón triunfará.

Inmaculada Concepción

Para valorar las cualidades de María, bastaría caer en la cuenta que Cristo pudo hacer a su Madre a su gusto. ¿Cómo hubieras tú dotado a tu madre si esto hubiera estado en tus manos? Cristo pudo hacerlo y era Omnipotente.

La Santísima Virgen es la mujer más grande que ha existido en el mundo, María Santísima es la criatura más excelsa que ha salido de las manos de Dios.

Debemos acudir a la Santísima Virgen en todas nuestras penas y tentaciones. Ella lo puede todo, pues Dios todo se lo concede, porque es la Madre de Cristo, y porque nunca tuvo pecado, ni siquiera el original. Por eso San Lucas la llama «llena de gracia».

El hecho de que María Santísima haya sido preservada del pecado original, desde el primer instante de su concepción, en el seno de su madre Santa Ana, es lo que queremos expresar al decir la Inmaculada Concepción.

Dios pudo haber hecho que Jesucristo apareciese en el mundo en edad adulta, pero no quiso. Se lo entregó a María. Lo puso en sus manos.

Dios ha querido servirse de ella en la encarnación, en la redención y en la salvación de todos los hombres.

Cristo nos lleva al Padre: «Nadie va al Padre sino por Mí».

Cristo es el mediador con el Padre. Él es mediador principal, porque nos ha redimido por sus propios méritos. Sin dependencia de otra persona. María es el camino para llegar a Cristo. En Belén lo presentó a pastores y reyes, en Caná es intercesora, al pie de la cruz es corredentora, y en el cenáculo ora por todos. María es la mediadora secundaria, subordinada a Cristo. Es mediadora porque intercede por nosotros.

Fuente: Padre Jorge Loring